martes, 25 de diciembre de 2012

EL FIN DE LA ERA DE LOS CHARLATANES

El pasado 22 de diciembre un muy buen amigo mío en una conversación de sobremesa, me preguntó qué aburrido se tornará el panorama pseudocientífico, si finalmente las famosas ocho profecías Mayas y sus difundidas transformaciones no ocurrieron.

La verdad es que luego de platicar varias horas, llegamos a una conclusión; efectivamente se cumplió la predicción del fin de una era, pero se refería a la época de oro de los charlatanes.

Charlatán según la RAE es una persona que habla mucho sin sustancia o también un embaucador. (Hay miles)

Pues bien, por décadas la gran mayoría de los medios de comunicación social a nivel mundial, la prensa y sobre todo las redes sociales, le otorgaron cabida a una serie de timadores que difundieron sin escrúpulo alguno, una serie de información sin sustento científico, basados en invenciones fantasiosas o simples especulaciones sin otorgar una sola prueba.

Místicos, psíquicos, tarotístas, sanadores, ufólogos, contactados extraterrestres y conspiracionistas por doquier, se deleitaron por largo tiempo de una especie de impunidad mediática para dar a conocer sus afirmaciones apocalípticas sin reparos. Las razones son múltiples, pero las dos principales es que generalmente estas personas evitan a toda costa los debates, ya que de manera muy somera son desenmascarados o ridiculizados. La otra razón es que los medios donde se difunden sus materias, mantienen el monopolio del pensamiento mágico y esto ocurre naturalmente porque la especulación o fantasía es más atrayente y por ende vende mucho más.

Habiendo pasado el tan anunciado 21 de diciembre, el escenario permutó y se invirtieron efectivamente los polos, porque ahora los chamanes de la nueva era han quedado abajo, en la parte inferior del debate, tocando fondo en el descrédito y precisamente es donde siempre deberían haber estado.
La evidencia es que gran parte de los charlatanes que comunicaron cosas, hoy guardan un silencio culposo o peor aún, se desdicen de sus suntuosas proclamas. Eso ya es descaro, pero si estos sinvergüenzas son capaces de jugar con el temor o sentimientos de las personas, este tipo de comportamiento no debería sorprendernos en absoluto.
Los tres días de oscuridad que tendría la tierra, reforzados por los anuncios de una falsa princesa japonesa con contacto extraterrestre, el cambio del eje magnético de la tierra con la propia inversión de lo polos, la observación de un planeta denominado Nibiru, cataclismos, adornados con la llegada de tres naves extraterrestres que viajaban por el espacio para arribar el 21 de diciembre, no se cumplieron en lo más mínimo.

Todas estas noticias fueron entregadas paulatinamente, por fingidos investigadores que invocando a una preparación o visión científica, muy cuestionable, sostenían estos cuentos extraídos del fin del calendario Maya y acompañados con una serie de profecías concedidas para la posteridad por esta interesante civilización.

¿Qué dirían hoy los Mayas al respecto?, creo que mejor ni preguntarse cómo se sentirían después de saber que sus obras, cultura y quizás proyecciones absolutamente propias de su época, serían tan mal interpretadas y manipuladas por mercaderes del misterio cientos de años después.  

Pero volviendo al problema de raíz, los culpables no son solamente los charlatanes que difundían estos anuncios del terror, y si bien ellos tienen un porcentaje de responsabilidad mayor, los medios de comunicación que les otorgaron pantalla y permitieron la difusión masiva del mito, son los que también deberían hacer un examen de su ineptitud por la carencia de pensamiento crítico. Pero bien sabemos que no será así, ya que todo este mercado ligado al supuesto fin del mundo, trajo consigo mejoradas ganancias a todos los que participaron de la infamación de estas falsedades y hoy en día, eso es lo que cuenta.      
La respuesta no se dejó esperar y pese a que la fecha del supuesto fin del calendario estaba próxima a una navidad, las personas sin mayores cuestionamientos realizaron una preparación con alimentos no perecibles y agua, por si algo de verdad tuviesen los informes dados por los quiméricos “expertos”.
Lo rescatable de todo esto, es que no sucedió absolutamente nada.

De todas formas hubo un par de ritos místicos en algunas ruinas Mayas, celebrando el cambio de era. Pero aparte de estas excentricidades muy propias del pensamiento mágico, no sucedió nada más.

La lección esta clara y aprendida, la ciencia es una sola y no admite juicios. Toda persona que diga o crea poseer información gravitante para el desarrollo humano, tener poderes extrasensoriales o capacidades psíquicas que desafíen a la cultura o contactos con extraterrestres, a partir de esta fecha deberán exponer sus poderes y conocimientos acompañados de los ensayos que fortalezcan sus dichos, es decir, deberán presentar las pruebas que le otorguen sustento a sus afirmaciones, y de ese modo, no entren a la categoría de charlatán. Porque la verdad, ahora empieza una verdadera cacería de brujas, ya que hoy existe una larga lista de personas irresponsables que se aprovechan de las dudas existenciales, intentado unir y legitimar los grandes enigmas que posee el ser humano, los cuales claramente se derivan de nuestra maravillosa capacidad de sentir, pero sobre todo de pensar y cuestionarnos todo lo que nos rodea, buscando un sentido a esta interesante pero convulsionada vida. No por ello tendremos que esperar otro episodio más, donde algunos embaucadores nos ofrezcan las repuestas fáciles a las preguntas difíciles, porque bien sabemos y es la enseñanza de este fallido fin del calendario maya, “para sucesos extraordinarios, se requieren pruebas extraordinarias”.

Hoy todas las personas que se sintieron decepcionadas, engañadas, estafadas o sencillamente con temor por los múltiples avisos de estos mitómanos, pueden ejercer el sencillo derecho a la duda. Un derecho adquirido gratis por todos, una vez que se desenmascaró la guerrilla de charlatanes que hasta hace poco gobernaba nuestros medios. Principado circense que inexcusablemente llegó a su término con todos sus payasos incluidos, en mejores palabras, este es el fin de la era de los charlatanes. Ya era hora.

lunes, 24 de diciembre de 2012

LA NOCHE BUENA

 Después del inexistente fin del mundo, según el calendario Maya, viene la noche buena y la tan linda navidad.

Navidad plagada de árboles adornados y vitrinas que simulan una imagen de nieve...cuando en casi todo el territorio chileno estamos en pleno verano. Pues bien, las únicas partes donde se podría dar el escenario similar a nuestra imitación importada, son Coyhaique y Punta Arenas.

De todas formas, una fecha que sirve para reunir a las familias, para disfrutar a los niños, recordar a los que no están y sobre todo, compartir con nuestros seres más queridos.

De todas formas, en redes sociales he podido evidenciar el sinnúmero de interpretaciones históricas del sentido de esta fecha. Interpretaciones que van desde el sentido mesiánico de esta celebración hasta la pretensión de que la famosa estrella de belén, haya sido nada mas ni nada menos que un OVNI.


En fin, en este tiempo donde empezamos a dejar atrás los mitos y las leyendas, solamente puedo desearles que pasen una feliz jornada junto con sus seres queridos.


No podemos consentir que nuestras creencias, las establezcan nuestras pretensiones o quizás nuestras necesidades.




Un abrazo a cada uno de los lectores de este humilde espacio.     

jueves, 20 de diciembre de 2012

LA VÍSPERA

Tal cual lo expusiera en este mismo espacio de opinión, la maratón 2012 está llegando a su fin.
Esta verdadera carrera de fondo, como fue magnánimamente bautizada, ha mostrado lo más siniestro de las pseudociencias y sobre todo de sus congraciados expositores, los cuales intentan adornar con peroratas lo que se ausculta erróneamente como….”profecías”.
En primer término, habrá que hacer una revisión de los charlatanes que desde hace varios años han dedicado horas de radio, televisión y exposiciones para difundir el perentorio cambio de era.
Estos tipos como Salfate, Cristian Contreras R., (en Chile), o el contactado de exportación peruana, Sixto Paz por ejemplo, que no han modificado su discurso inicial, deben ser los primeros en dar alguna explicación acerca del inexistente término de ciclo galáctico, mimetizando con estos anuncios místicos de un supuesto fin del mundo.
Pero la parte más preocupante de los charlatanes, son aquellos que en alguna oportunidad hicieron eco de estas imaginarias profecías Mayas y que también manipularon tendenciosamente el tema, pero al darse cuenta que nada de lo presagiado como las tres supuestas naves viajando a la tierra, la aparición de un planeta inexistente ó el inminente choque de la tierra con un cinturón de  fotones etc., no ha sucedido, ni va a suceder ya en las horas previas al llamado día “D”, hoy y desde hace ya unas semanas, entregan una visión más centrada, reposada o incluso escéptica de estos hechos, confiriendo un eventual retrato de investigadores meticulosos y objetivos, a los cuales tácitamente deberíamos  escucharlos con atención.
Para mí, es la clásica postura de los investigadores que disfrutan de la maleabilidad que permiten todas las pseudociencias, encabezadas por la ufología y que además, gozan de esa complacencia de las personas comunes y corrientes que sencillamente están obligadas a ver y escuchar, lo que nuestros ilustrados medios de comunicación quieren mostrarles.
El otro día, en una típica discusión sin sentido en una red social, un tinterillo de un ufólogo de exportación que tenemos en Chile y miembro honorario de la lista de charlatanes nacionales de la AECH, con ironía me consultó si me constituyo como un fiscal ufológico. La verdad es que no podría esperar mayor desaire de una persona que sencillamente es un súbdito de Rodrigo Fuenzalida, un charlatán de primer corte, si junto con farandulizar la paupérrima ufología chilena, es miembro del cuerpo docente en un diplomado en experiencias “paranormales”, donde el que dirige las mayas curriculares y le otorga la aparente elevación académica, es nada menos que el mercader del misterio Sergio Schilling (mago desenmascarado).
De todas formas, la figura literaria que significa la fiscalización de la ufología resulta interesante, no para mi persona,  sino por el contrario para todos lo que de alguna manera se sienten estafados, timados y aburridos de la expansión del pensamiento mágico y del perenne ramillete de embusteros que difunden toda la información que desencadena hechos como la existencia de una fecha tan convulsionada como el 21 de diciembre. Son estos mismos cuervos, que entre ellos se sacan los ojos por el iracundo intento de aventajar al que más destaca o aparece en televisión y para tales efectos, juegan con el escepticismo y a la vez la subterránea especulación.
Esta afirmación la hago porque pese a que hoy, parte importante de los ufólogos se han desmarcado de las supuestas profecías Mayas y del 21 de diciembre, otorgando señales de moderación y haciendo llamados a la calma de la gente, también aprovechan la instancia de sensibilidad social, para divulgar en los medios de comunicación sus experiencias místicas o contactos extraterrestres vividos por ellos mismos, amenizando estas patéticas y comunes prácticas.
Por otra parte, diferentes investigadores teóricamente más “objetivos”, critican la mediática industria ufológica, casi patológica y narcisistas, pero a la vez realizan invitaciones para asistir a encuentros tan propios de la obsoleta ufología clásica, como son las  vigilias, nada menos que  para el mismo 21 de diciembre. Es decir, no esperan el fin del mundo o el cambio de conciencia, eso está claro, pero sencillamente ejecutan superfluos esfuerzos, ambicionando una vez más el anhelado, improbable y fantasioso contacto con los OVNIs y ojala con sus tripulantes, seres inteligentes extraterrestres. Tal vez, casi la misma mezcla séptica pero con un perfume camuflado con intentos de ciencia.
Las muestras de estos delirios, que siempre condimentan la parrilla ufológica chilena y mundial, son los últimos reportes de observaciones de OVNIs sobre Santiago, los cuales forman parte de los vuelos que anualmente se efectúan en estas fechas, pero que siempre son motivo para que algún “especialista” afirme o desmienta en alguno de los matinales o programa de farándula de nuestra televisión chilena, la observación de OVNIs que sencillamente no lo son.
Ya quedó de manifiesto en el último congreso ufológico de Iguazú Brasil, que la representación chilena abrió una ventana a la especulación “conspiranoica”, declarando en forma anónima, que en Chile el CEFAA oculta información y que peor aún, dificulta los estudios que realizan las diversas organizaciones dedicadas a la investigación OVNI en este país. Como si estos verdaderos clubes deportivos, aportaran algo o investigaran, ya que todos sabemos que sencillamente son agrupaciones que solamente realizan difusión de casos, que en su gran mayoría no alcanzan para OVNIs.
Como conclusión general, se termina la maratón 2012 y no pasó absolutamente nada más, en Chile por lo menos, que una lluvia de término de primavera en casi todo el territorio. Podemos decir que se limpiaron las calles y el aire.
Y en relación a nuestra patética ufología y sus exponentes de culto…..estoy completamente seguro que la fiscalización vendrá por parte de la gente que este 21 de diciembre comprenderá, al fin, que se terminó una era. Sí,  la era de los charlatanes y que hay muestras claras, de que todos tenemos el derecho a dudar de la información que están entregando nuestros inescrupulosos místicos, sanadores, psíquicos y ufólogos…..porque aunque les duela…
Es imposible sacarlos del mismo saco.

martes, 4 de diciembre de 2012

EL FIN DEL MITO 2012

Imbuidos en el supuesto último mes del año, que a la vez para algunos es el último mes antes de cualquier cosa, ya que el original fin del mundo basado en la inexistente calendario maya, mutó a la figura de cambio de era, conciencia o qué se yo, a sabiendas que son los últimos días de gloria y majestad para todos aquellos charlatanes que anunciaron con pomposidad y propiedad autodefinida la llegada del anhelado 21 de diciembre.

Diago últimos días de gloria, porque estoy seguro y además, seré parte de la difusión masiva de todas aquellos anuncios apocalípticos, que hoy readaptaron y apelan a una apócrifa permutación de conciencia. Conciencia de qué, no tengo la menor idea, ya que se han expuesto desde los tres días de oscuridad profetizados por una princesa nipona que tiene menos linaje que el perro de Condorito y que algunos propagadores de lo paranormal chilenos y otros por el mundo, le han otorgado credibilidad gracias a los poderes que esta aparente soberana posee, que tampoco se han podido demostrar.
(Porque la apertura del tercer ojo, es más quimérico que los OVNIs de San Clemente y del creado ufoturismo).

El tema radica en que por décadas, el fenómeno de los OVNIs se ha visto involucrado de manera directa con todo este tipo de pretendidos. Algunos incluso que se alejan de las más imperiosas posturas realizadas por la ufología especulativa. Es decir, se ha mezclado todo un mundo fantasioso de misticismo, historia y de religiosidad a un fenómeno real, pero que como sabemos, no conocemos del todo o casi nada.

En esta argamasa de mitos, se ha introducido el 2012, el calendario maya, los OVNIs, extraterrestres, manchas solares, terremotos, energía y toda la cadena de payasadas que se puedan imaginar que condimentan lo que será.....el cambio de era.

Tal cual se mencionó en este blog y como buenos hípicos, la maratón del 2012 y sus personajes de culto, llegan a tierra derecha.

Hemos sido testigos de los más aberrantes vaticinios y que nuestra televisión, hablemos de canales nacionales como del extranjero, se han encargado de hacer que el tema se albergue en lo más profundo de la memoria colectiva y de una u otra manera, a pesar de los innumerables desmentidos, igual muchas personas tienen un grado de preocupación por si llegara a suceder algo. Como dice desafortunadamente un amigo por ahí: “No creo en brujos caray, pero de que los hay...los hay”.....ja!

Por tales razones y antes de restablecer las humildes líneas de este blog, espero que el mismo 22 de Diciembre, estemos en masa dejando en claro y nombrando a todos aquellos inescrupulosos, embusteros, sinvergüenzas y charlatanes que por años se dieron el trabajo de generar el pánico colectivo, sin tener una sola prueba que permitiera a lo menos, generar incertidumbre.

Para mi el 21 de Diciembre es una fecha clave, para definitivamente separar las aguas y establecer desde ahí en adelante, las líneas demarcatorias de los investigadores a la de los charlatanes, ojala con nombres y apellidos, ya que se debe instar a que las personas ejerzan un derecho que hasta ahora, ha sido subyugado por estos mercaderes del misterio...me refiero al derecho a la duda.