jueves, 24 de enero de 2013

LOS OVNIS Y LA CIENCIA

La definición de ciencia es sencilla y universalmente conocida, pero en resumen se entiende por ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') como el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados y susceptibles de ser articulados unos con otros. Es decir el conocimiento de las cosas por sus principios y causas.
La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y sobre todo de la experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan muchas preguntas, se construyen las hipótesis, por donde comienza la investigación,  para buscar la  deducción de principios la elaboración  de leyes generales y sistemas metódicamente organizados. Es decir el patrón que sigue la investigación científica obedece a la metodología de la investigación, comenzando por la formulación de hipótesis, comprobación de estas para desarrollar la teoría, prosiguiendo con los principios y leyes.

Observado las sencillas explicaciones que se le atribuyen al fenómeno de los OVNIs, la única base sustentable que hoy persiste para otorgar un esclarecimiento racional es la hipótesis, dentro de las cuales y para este efecto, coexisten múltiples.

Lo que hoy conocemos concretamente de los OVNIs, de los cuales hacemos referencia, es tan volátil e inconsistente producto de la irregularidad del fenómeno, que estas hipótesis esbozadas como solución al enigma ofrecen un vasto conjunto de objeciones, las cuales se acondicionan y desarrollan a las percepciones, intenciones y sencillamente a la aspiración de la persona que las propone, fusionando una sucesión de menesterosos conceptos que en su gran mayoría, ni siquiera tienen relación entre uno u otro.
Estando concientes de que el fenómeno aéreo no identificado, utilizando el acrónimo FANI como científicamente se ha designado, no puede explicarse como solamente el producto de alucinaciones, es preciso acordar que el aspecto psicológico o interpretación de estas manifestaciones, tienen una importancia extraordinaria dentro del contexto social y humano de esta época.

Así quedó de manifiesto en el libro; “Discos Voladores, un mito moderno sobre cosas vistas en los cielos (A modern myth of the things seen in the skies) de Carl Jung.
En este tema, el cúmulo de información que hoy se difunde por todos los medios, está basado en el relato de testigos presénciales y que en la gran mayoría de los narraciones, son la base que escolta la “evidencia” fotográfica o fílmica de la observación.

Cuando se analizan estos relatos, los instrumentos utilizados no son procedimientos estandarizados, ya que las diferentes entidades ufológicas dedicadas a estas indagaciones, poseen sus propias condiciones que difieren unas de otras, pero lo interesante es que las conclusiones de los informes son muy similares, dejando abierta la especulación, ya que ingenuamente la hipótesis es que la autoriza la respuesta concluyente para los casos. Por lo tanto cabe la pregunta, apegado a la definición de ciencia, que si no es posible estructurar los procedimientos de análisis de los casos recopilados, cómo entonces se podría unificar ciertos criterios de evaluación, complementando no tan solo la “evidencia”, sino que el entorno psicosociológico completo de las personas que son protagonistas del avistamiento.
En este sentido, apegados a los estudios de Jung, se esgrime el concepto de “inconciencia colectiva”, siendo sus  arquetipos la disposición latente de la mente humana para actuar y reaccionar en circunstancias y formas determinadas, siendo el respeto y veneración al universo y sus misterios, un persistente elemento para la creación de mitos, religiones, símbolos y ritos, los cuales se recrean, acomodan y trascienden permanentemente y en todas las épocas.

Es esta la clave para advertir la desenvoltura con la cual el fenómeno aéreo anómalo, ha seducido el inconsciente colectivo de nuestra civilización, consiguiendo no tan sólo penetrar en la sociedad, sino que se ha convertido en la nueva forma de entendimiento de los misterios que nos rodean, asociando de esta forma el concepto de paranormal, metafísico e incluso espiritual a manifestaciones desconocidas, pero que interpretan los temores, anhelos y esperanzas de una vida sesgada por todas las carencias cognitivas.
Los avances tecnológicos de los últimos cien años, han permitido en la gran mayoría del planeta satisfacer las necesidades materiales. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las inquietudes espirituales inherentes a la condición pensante del ser humano, donde el tema ufológico ha cosechado grandes frutos de creencia mística popular, basados en el crédito de que las supuestas inteligencias que tripulan estas manifestaciones, son poseedoras de una condición evolutiva superior en todos los sentidos.

Frente al fenómeno aludido, es indiscutible la realidad de las manifestaciones bien documentadas, analizadas y que no poseen alguna explicación racional. El problema es introducir todas estas anomalías detectadas en un mismo conjunto, dentro del cual la hipótesis extraterrestre sea la explicación definitiva.       
La investigación basada en la duda razonable hoy juega un papel preponderante, ya que antes de asumir una respuesta definitiva al enigma, hay que abrir las posibilidades de que existen en la atmósfera terrestre y eventualmente fuera de ella,  una serie de fenómenos electromagnéticos, ópticos e incluso meteorológicos, sustentados con el propio cambio climático evidente en nuestro medio, pero que no necesariamente obedecen a manifestaciones de algún tipo de inteligencia extraterrestre.

Si hoy estas manifestaciones dejan un grado de inquietud y nos permiten la apertura al análisis científico y al debate, podemos imaginar la connotación con la cual se interpretaban en las culturas ancestrales.
El fenómeno es real, no tenemos duda, pero también es necesario asumir que no poseemos las respuestas para las interrogantes que expide. Dejando completamente aparte la contaminación de la información ufológica, hay reportes debidamente contundentes que permiten un examen profundo y que son un desafío para la ciencia, pero sin dejar de establecer que por más que se intente arremeter las bases del conocimiento cierto de las cosas, la ciencia no admite juicios y mientras no exista la prueba que certifique la unión entre FANI e inteligencia extraterrestre, lo que se comente, difunda o explique pasa a la categoría de especulación ufológica y el circulo vicioso determinado en esta concepción, se mantendría de esa forma por bastante tiempo más.        
    

lunes, 7 de enero de 2013

LOS OVNIS Y EL LUCRO

Posterior a las discusiones de la semana que pasó y a mi respuesta directa el contraataque de la ufología especulativa, nos encontramos con diferentes textos que son dignos del tan controversial debate, ya que la ausencia de los OVNIs, permite que el excesivo tiempo con el cual se deleitan algunos investigadores, sea empleado en renuencias que superan la misma semántica del fenómeno o mejor dicho, los temas de fondo.

Hay una posición que desde un tiempo a la fecha, señala la improcedencia de que las actividades vinculadas la ufología, gocen de utilidades para los que organizan o sencillamente para los especialistas que exponen sus trabajos. No vamos a negar que la investigación ufológica es precaria, porque en eso estamos casi todos de acuerdo, pero si llama la atención que se critique y se apabulle tan vehementemente en contra del derecho al honorario por la prestación de servicios.
Qué servicios, simplemente los de exponer, difundir o debatir sobre un tema puntual.
La crítica que me llama la atención, es contra los ingresos que se logran constituir en función de actividades de ufología.
Esta es una crítica que confunde aún más, cuando ciertos investigadores se aluden o incluso se ofenden porque su trabajo es calificado como informal y/o aficionado.
Cuando me refiero a la investigación informal, es naturalmente porque las agrupaciones o los investigadores autónomos, no forman parte de una organización formal que efectúe estudios referentes al fenómeno aéreo anómalo. Y señalo organización a centro de estudios, universidades, institutos o como quieran considerarlos, pero que dediquen recursos, medios técnicos y humanos para la asignación o el estricto fomento a las investigaciones.
En Chile no hay grupos o fundaciones de estas características, salvo el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos CEFAA, dependiente de la DGAC, el cual en su planta alberga a cuatro personas que dentro de la Dirección han sido destinadas para esta oficina. El resto del comité, lo integramos personal de las Fuerzas Armadas, especialistas de la misma DGAC y científicos de varias universidades, pero que concernimos por una invitación expresa y que además por esta participación, no recibimos pago alguno. Pero el comité en si, es considerado una entidad oficial y formal que se dedica a la indagación de reportes aeronáuticos. (algo que cuesta tanto hacer entender....)

En cuanto a la palabra aficionado, resulta que es bastante interesante la molestia que genera este término, al referir a investigadores informales, los cuales en una presumida obstinación se sienten incomodados por el descarte inmediato del profesionalismo. Pero los ejemplos son tan sencillos y daré uno personal. Yo soy un fanático del fútbol, pero lamentablemente me encantaría ser un jugador profesional. Desafortunadamente no lo soy porque no estoy contratado en club, es decir no trabajo, ni vivo de mi participación como jugador en un equipo profesional y federado. Pero si voy al estadio, sigo a mi equipo y juego cada vez que puedo, es decir le dedico tiempo, pasión, le tengo afecto a ese deporte y cada vez que puedo, le brindo parte de mi vida. Es decir soy un futbolista aficionado. Entonces que alguien me diga “aficionado” porque me vea jugando un partido por algún equipo de amigos, vaya al estadio a ver como juegan los profesionales u opine en redes sociales las contrataciones, triunfos o derrotas de este masivo deporte, sería muy absurdo que me sintiera ofendido. Es más, si la ANFP organizada un campeonato de barrio o de equipos amateur y además a cada jugador le pagaran por participar, creo que estaría primero en la lista junto con mi equipo. En ufología pasa algo muy parecido. Primero, todos los que nos interesa el tema, somos aficionados y eso es muy bueno, ya que con nombrar esa palabra nos sentimos indicados a que le consagramos tiempo, espacio en nuestras vidas y lógicamente estudio y lectura (solo algunos si).
Pero si dentro de esta informalidad en la cual se desenvuelve el estudio de un interesante fenómeno, se crean los espacios y las instancias donde algunos pueden acceder a que se les remunere por el tiempo y la dedicación conferida, creo que sencillamente es lo que corresponde. Si aquellos que se deshonran de sobremanera porque se crean eventos, charlas, congresos donde se cobra un valor por las entradas o a los expositores se les paga, creo que no están muy claros que hoy vivimos en una sociedad de libre mercado y que el consumidor de ese producto, tiene la suerte de elegir si quiere o no pagar por presenciar estos eventos. Para que decir los invitados como especialitas a programas de televisión, a los cuales también se les cancela honorarios por su participación, incluso por hablar solamente majaderías.

En lo personal, apoyo rotundamente el pago a los que dedican tiempo a la difusión del fenómeno.

Lo mejor de todo, es que tengo un techo de concreto, porque en los años que llevo en este tema, en absoluto he recibido remuneración alguna por mi participación en congresos u otros, y no lo hago sencillamente por mi condición de militar en servicio activo y por la probidad que amerita el cargo, ya que en casi todos los eventos donde he participado, asisto en representación de alguna de las instituciones donde realizo mi trabajo y cuando es a titulo personal, tampoco lo hago. Así que los inescrupulosos que de una u otra manera, han intentado tendenciosamente insinuar que mis participaciones traen consigo una ganancia directa, les señalo que en su suspicacia una vez más están en un arbitrario y repetido error. Si el resto de los aficionados puede o esta en condiciones de poder sustentar sus trabajos, de manera que incluso puedan profesionalizarlo, muy bien por ellos. Ahora las materias que expongan y el debate que conlleven, es otra cosa. Como señala por ahí un tinterillo que conozco, pasa a la fiscalización o a la discusión del tema en comento.

Como reflexión final, podemos agregar que si es tan pretendida la profesionalización de estudio informal, la primera etapa para lograr consolidad ciertos aspectos, es la obtención de recursos. Entonces si charlatanes como Sixto Paz u otros connotados por ahí, reciben millones por hablar sus sandeces, perfectamente alguien que diga lo contrario o exponga antecedentes ufológicos más objetivos, puede disfrutar de alguna utilidad que se le brinde por su trabajo.

Que yo sepa, la cortina de hierro se derrumbó hace varios años atrás y nos guste o no, hoy vivimos en una sociedad capitalista y hace varios siglos se dejó de trabajar por bolitas de dulce.

sábado, 5 de enero de 2013

LA UFOLOGIA ESPECULATIVA CONTRAATACA

Después de controversiales altercados ufológicos en redes sociales, queda únicamente una cosa por agregar: “La ufología no tiene limites”.
La pregunta que a continuación florece es, ¿Límite para qué?...y las respuestas las otorgan los comentarios emitidos estos días y estos hablan por si solos. No hay límites para la razón, restricciones para el respeto, cortesías en el debate e incluso, no preexisten miramientos para mantener siquiera la cordura.
Siempre este espacio de opinión ha sido franco, al exponer los temas de contingencia y que conciernen al estudio del fenómeno aéreo anómalo. Precisamente hablaremos de ufología, con nombre y apellido.
El pasado 2 de Enero, en el matinal Mañaneros de Red TV fue invitado como panelista el señor Eric Martínez, de la agrupación CIFAE Chile Ovniaventura.
La entrevista que tuvo una duración aproximada de 30 minutos, alcanzó diversas temáticas en relación a los OVNIs, y en ellas se descubren varios conceptos, como también apuntes del ufólogo invitado que son muy interesantes comentar, ya que al señalar las expresiones textuales, puedo entregar mis argumentos para indicar explícitamente que la ufología especulativa ha iniciado su contraataque y que precisamente el señor Martínez es un especulador ufológico.


Como primera acotación, el ufólogo expresa textual:
-“Partamos que el fenómeno OVNI, busca de alguna manera contactar al ser humano, eso está claro”.
La primera duda que me nace, es el cómo un fenómeno que es absolutamente anómalo busca, con un propósito determinado contactar al ser humano. Si acomodamos en el tapete y le concedemos la búsqueda de reciprocidad con la raza humana a una serie de eventos registrados como fenómenos anómalos, por ejemplo los rayos globulares, el plasma ionizado, las nubes duende, etc., nos daríamos cuenta que tal cual le sucedió a nuestras culturas ancestrales, hoy en pleno 2013 le otorgaríamos un símbolo, personalidad e intención a fenómenos naturales, por lo que englobar todos los fenómenos anómalos a una sola característica o intención detrás de sus manifestaciones, considero que es un error garrafal y demarcan una total carencia de objetividad frente a un tema tan inconsistente.
Según el señor Martínez, esta búsqueda de contacto esta clara.....¿para quién?, ¿para él?, ¿para los ufólogos?,  ¿Quizás para los aparentes contactados ó abducidos?.
Eso es una apreciación de carácter personal, sin argumentación sólida alguna, ya que no existen los ensayos contundentes al momento de emitir su fútil concepto.
Posteriormente, en relación a un antiguo video de un supuesto OVNI en Brasil mostrado durante la entrevista, el ufólogo señala textual respondiendo a un pretendido Foo Fighter:
-“Nosotros suponemos que son una especie de nave más pequeña, por llamarles de esa manera, no tripulada, sino que son para monitoreo o de reconocimiento........Yo no soy muy dado a especular”
El Señor Martínez rotula al explicar este video, la suposición de que un Foo Fighter es una especie de nave más pequeña....¿nave?, ¿Qué tipo de nave se refiere señor Martínez? ¿nave espacial?, ¿nave intergaláctica? ¿nave extraterrestre?, ¿Cuál es la nave más grande?. Al escudriñar el significado de nave, se obtiene: Embarcación hecha para navegar. La pregunta, quién es o son los que navegan en esas naves más pequeñas y la respuesta la entrega al unísono con el panel, señalado primeramente el ufólogo que no es una nave tripulada, ya que se utiliza para monitorear o reconocer. Sigo preguntando, ¿Quién monitorea?, ¿Qué se reconoce?, ¿Para qué?....lo bueno es que inmediatamente aclara el ufólogo que no es muy dado a especular. Yo me pregunto inmediatamente, cómo sería si Eric Martínez especulara.

Luego aparecen las imágenes del famoso OVNI de Phoenix, Estados Unidos. La pauta de una de las conductoras, punteaba lo obtenido de Internet, con la denominación de este evento como “la noche del gigante”.
Lo increíble, es que pese a mostrar las imágenes de uno de los videos originales, del que consideremos una observación muy interesante, el especialista invitado no agrega los datos mínimos necesarios para sostener la tan pretendida y vociferada prolijidad de los ufólogos civiles. Por ejemplo, en ningún momento se señaló que el avistamiento de Phoenix ocurre el 13 de Marzo de 1997 o que la ciudad de Pohenix, es la sexta ciudad más poblada de Estados Unidos, por lo que esta fue una observación masiva, es decir y como pocas veces ocurre en ufología, hubo miles de testigos simultáneos.
Pero lo más sorprendente de este “análisis”, es que el investigador señaló como una referencia complementaria, que los testigos que corroboraron este específico  avistamiento fueron policías - expresión textual -. Aquí sencillamente podemos agregar y en forma directa le digo al Señor Martínez, que por favor averigüe, se instruya, estudie y si no es asiduo a la lectura y no sabe, sencillamente pregunte. Porque si hay una característica que posee esta observación grabada en el año 1997, es que el principal testigo del suceso fue nada menos que el propio Gobernador de Arizona, Fife Symington.
Este Gobernador por dos períodos, previo al 13 de Marzo realizó una ridiculización del tema, la que posterior a la observación,  asumió una retracción pública de sus enunciados, siendo incluso el moderador de la Conferencia de Washington de 12 de Noviembre del 2007.
En el análisis de este video, con muy poca información otorgada, el especialista señala:
- Eso es mucho más que una nave de reconocimiento, yo diría que está enviando un mensaje. Cada vez que uno ve el fenómeno OVNI, hay un mensaje intrínseco.....Estamos acá. Los conocemos y queremos que sepan que estamos aquí”.
Volvemos a las preguntas....¿Quiénes están acá?....¿Quiénes nos conocen?.....¿Quiénes quieren que sepamos que están aquí?...¿Los tripulantes?.... ¿Los extraterrestres?, menos mal que el señor Martínez no es muy dado a especular, como él señala. Pero abiertamente alude a que el fenómeno OVNI es de origen extraterrestre, el problema no menor, es que no existe una sola prueba que sostenga como valida la Hipótesis extraterrestre, ni una sola. 

Paralelo y entre imágenes e interrupciones, el especialista añade unas frases que son verdaderamente simbólicas e incluso emotivas:
-“El fenómeno OVNI se puede rastrear desde los albores de la humanidad, hasta nuestros tiempos”.....
Una panelista consulta, ¿Por qué no hay imágenes de los seres?
El ufólogo señala:
- “Porque aún no estamos preparado para eso”.
-  “Ellos también cuidan eso, ellos no se muestran por algo muy simple....yo lo comparo con el pololeo, tu primero a la niña la vas pololeando de a poco, la ves de lejos...te gustó....contáctame con esta niña......empiezas todo un pololeo de a poco, no puedes llegar y agarrar una niña y darle un beso, porque se espanta”.       

 Resulta que por ninguna parte, puedo hacer una conexión de la analogía del pololeo con la frase que la antecede, ya que supuestamente el fenómeno OVNI se puede rastrear de los albores de la humanidad. Para ser compresivo y condescendiente con el señor Martínez, dejemos establecido como los albores de la humanidad el comienzo de la escritura, sabiendo que los orígenes o preludios es mucho antes, pero así podemos restar varios milenios, es decir lo establecemos en el reinado de Uruk, de Sumeria.....vuelvo a preguntar..... ya que la paleoastronáutica (aberración de la ufología especulativa) analiza desde esos entonces las observaciones de OVNIs, incluso con contacto.....según los postulados acá expuestos por el especialista....¿Llevamos 4500 años pololeando con los extraterrestres?, deberíamos estar a estas alturas casados o incluso ya divorciados......creo que hay una incoherencia en los conceptos bastante evidente.

Podría seguir analizando frases, oraciones y afirmaciones que aparecen en esta entrevista, pero es bastante cardinal la falta de prolijidad conceptual, ya que se establece como marco perentorio el fenómeno OVNI, siendo que es utilizada en reiteradas oportunidades la palabra nave. Sin mencionar siquiera las analogías y personificaciones que se le establecen al fenómeno, como algo de origen extraterrestre.
Parte de la argumentación que sustenta estas afirmaciones, son la posición oficial del CEFAA en Chile, entidad que es permanentemente criticada, pero que sale a colación como un fundamento para lograr sustentar las hipótesis extraterrestres expuestas como verdades absolutas por algunos ufólogos como el aludido entrevistado.

El CEFAA efectivamente se ha pronunciado en relación a la real existencia de un fenómeno aéreo anómalo, lo cual hoy no es tema de discusión. Pero si la interpretación subjetiva  que se da a la segunda afirmación, de que este fenómeno real, hace alarde de un tipo de  inteligencia. Es lógico e innegable que en la interacción de FANIs con aeronaves en vuelo, ya que la forma en la cual se establece un comportamiento inteligente es el análisis posterior a reportes aeronáuticos, tan resistidos por los mismo ufólogos, pero que confieren hoy la mayor cantidad de datos concretos que posee el estudio de los OVNIs y que reflejan en algunos casos, una intencionalidad a la manifestaciones denunciadas y registradas.
Este segundo punto, dentro de la investigación formal, se encuentra en pleno proceso de debate, ya que a partir de una perspectiva psicológica, la inteligencia puede ser analizada desde diversos prismas y en ese sentido, los profesionales aún no se ponen de acuerdo, ya que existe un ejemplo muy sencillo el cual menciona la acción que realiza una mosca al volar y sentirse amenazada, nos preguntamos entonces si su reacción es inteligente u obedece a un comportamiento instintivo. A decir verdad, en el fenómeno aéreo no identificado, ocurre algo muy parecido y en eso se encuentran trabajando y debatiendo los especialistas. Los verdaderos si.
Algo similar para con los últimos debates escritos, que en redes sociales se plantean y que no aparecen en esta entrevista, pero es un embate que realiza el señor Martínez a los procedimientos que recomienda el CEFAA a los pilotos y tripulaciones que observen o interactúen próximos a un FANI.
Esta recomendación señala a los pilotos que únicamente se preocupen de proseguir con su vuelo, manteniendo la atención y cross check en la totalidad de parámetros de la aeronave y sobre todo, de la aeronavegación, lo cual lógicamente, el ufólogo aludido discute por la incapacidad de reacción o limitada defensa que tendrían las aeronaves frente a la manifestación anómala.
en mi calidad de especialista en el tema aeronáutico, es absolutamente comprensible el cuestionamiento que realiza el ufólogo, debido al desconocimiento de los procedimientos estandarizados que se emplean para la mantención de la Seguridad Operacional, materia en la cual trabajo para una próxima publicación, en el sentido de analizar los  riesgos de los FANIs, identificados como peligro, en función de las probabilidades y sobre todo, de la severidad de una interacción colindante. Estos análisis y gestión del riesgo lo realizaré  con ejemplos de casos reales.
Como este trabajo lo pretendo culminar y publicar a fines del presente año, le recomendaré algunos libros de aviación al señor Martínez, invitándolo a que se instruya y de sobre manera, conozca las temáticas en las cuales emitirá futuras opiniones, para de esa forma resguardar su figura pública y evitar que sostenidamente siga emitiendo desafortunados juicios, manteniendo una imagen de precaria ilustración en múltiples materias que se relacionan con ufología, siendo una de ellas la aeronáutica en general.

En resumen, considero que el debate es absolutamente necesario para complementar los conocimientos y el intercambio de opiniones referentes a cualquier tema en específico.
Lamentablemente, por varias aprensiones que sostengo desde hace años con la investigación ufológica informal y aficionada, he sufrido agresiones escritas al punto de que se publiquen fotos de mi persona en muros de organizaciones como CIFAE, para la exhibición de mi nombre, mi rango y parte de mi trabajo, por el hecho de discrepar de enfoques como el de varios ufólogos.
En patrocinio de la tan anhelada investigación que con tanto pavoneo se menciona, nuevamente invito al ufólogo, señor Eric Martínez, a que ordene sus conceptos y a que se perfeccione en los conocimientos del tema. Pero por sobre todo, a que si expone debates públicos o en redes sociales, mantenga un comportamiento y lenguaje adecuado para no entrar en las descalificaciones, sin olvidar jamás la premisa que esto no es nada personal, es simplemente ufología.