jueves, 20 de octubre de 2011

MULETILLAS UFOLÓGICAS

Cuando hemos observado por años el acontecer vinculado al tema de los OVNIs, que seductor parece para algunos investigadores, el mencionar las palabras o frases claves en la ufología mundial. Estas muletillas asociadas a un reporte o “caso”, son por mencionar algunas: “se observó”, “fue visto”, “se vio”, “lo dijeron”; y las más comunes por su puesto: “se cree” y obviamente “se piensa”. La interrogante que siempre nos hacemos es, qué fue lo que se vio, cuándo, quién es el que cree y por su puesto quién es el que piensa tanto.
Hago mención a estas verdaderas muletillas ufológicas, después de revisar un gran número de entrevistas a diversos investigadores en todo el orbe y sin dejar de lado nuestro amado Chile.
Fíjense que después del terremoto del 27F, se produjo un acercamiento a la ufología criolla y a parte importante de sus exponentes, buscando el prolijo análisis de ciertas imágenes previas y posteriores al evento telúrico, en las cuales se sugería una especie de aviso o predeterminación de que se encontraba en curso, uno de los mayores movimientos sísmicos del planeta.
En aquellas entrevistas, fuimos testigos de frases dignas para una placa de bronce, como por ejemplo “se tienen datos de que los ovnis tendrían bases en la cordillera o en el mar”, vinculando a ellos (háblese de los ovnis), una actitud defensiva frente a las catástrofes, ya que..”se pondrían a salvo”, además se especuló que: “Estos objetos, pertenecen a varias razas superiores que nos estudian”, asociando a todas las catástrofes naturales, avistamientos de estos seres vigilantes, incluyendo Chile, con la observación de dos supuestos “alienigenas” en la playa de Cobquecura posterior al tsunami.
Como en muchos aspectos de otras esferas, hablemos de política, la esfera social, la economía etc., nuestro país esta atrasado en el desarrollo de ideas y de correcciones en los modelos, donde no se excluye la ufología pese a no ser una ciencia.
Por esta razón, cabe recordar que en el año 1969 fue publicado el libro Pasaporte a Magonia, del científico Jacques Vallé.
Esta publicación marca un hito trascendental, ya que es considerado uno de los detonantes de la muerte de la ufología clásica en Europa, por el sencillo hecho de sacar a la luz los mitos y leyendas vinculados a la hipótesis extraterrestre y a sus condimentadas historias que tanta difusión exacerbada tuvieron, sin ningún tipo de cuestionamiento posterior al año 1947. (Según algunos ufólogos el inicio de la era moderna de los OVNIs.)
Pero resulta que en Chile también tuvimos, en efecto tenemos, un libro que marcó un precedente en el año 1999 y fue precisamente en homenaje a la obra de Vallé. Me refiero nada menos que a “Pasaporte a Ovnilandia” del abogado Sergio Sánchez R. (La nave de los Locos).
Muchos de los que se exponen aficionados a los OVNIs, deben haber leído esta verdadera obra maestra de nuestra literatura ufológica criolla. De lo contrario, lo recomiendo a ojos cerrados y hago esta mención porque, es probable que en su momento, este ensayo buscó separar las aguas erráticas por las cuales navegaba nuestra investigación ovniológica y parte de sus congraciados exponentes.
Creo que en un tiempo, cumplió su objetivo indirecto y por algunos años, se mantuvo una especie de prudencia en cuanto a los discursos y exposiciones mediáticas relacionadas con los OVNIs. Pero tal cual simula un cáncer, pese a que intentemos extirparlo, de no mantener un constante tratamiento, siempre vuelve malignamente a contaminar el medio donde habita. Siguiendo esta cruda semejanza, no ha sido la excepción nuestra ufología y menos algunos de sus expositores. Determinados ilustres con años de circo, otros emergentes y propios de la sabia renovadora generacional, que vuelven a caer en las seductoras tentaciones de expresar sus doctrinas personales sean comprobables o no, frente a un tema que sigue siendo una incógnita, pese a los terremotos, a los tsunamis, a los supuestos proyectos norteamericanos, a las conspiraciones y obviamente a la maratón 2012 que ya está en curso.
Pienso que a este desenfreno de inescrupulosas hipótesis y “algunas teorías”, es necesario revisar y hacerlas dignas de un cuestionamiento. No por el lucro que generen, palabra muy de moda últimamente, sino porque después de tanta fantasía y delirio, es siempre recomendable poner los pies en la tierra, decir las cosas por su nombre y aprovechar estas instancias de dialogo para aceptar, que ya por fin en nuestro país, se murió la ufología clásica. Esa de los “se cree”, “se piensa” y “se tiene”. Esa del clásico “tenemos la evidencia que faltaba”, esa de “en Chile se censura la información del fenómeno”, ó simplemente “tengo contacto y me hablan unos extraterrestres”.
Ojala que Irenko esté de acuerdo con mi tajante postura, de lo contrario por el plan Auge reclamaré una hora a Friendship, a ver si me aquietan la ansiedad por estudiar prudentemente un fenómeno desconocido o sencillamente colaborar con....pregonar charlatanes.

5 comentarios:

  1. Detecto un tono belicoso en tu impecable columna de opinión. Percibo una animadversión casi emocional en aquellos bursátiles especuladores de la bolsa de ideas ufológicas, casi llamando a la toma subversiva de la vieja escuela afiebrada, de oleadas ortoténicas, UFO-crashes y militares mesas de diálogo inter-especiales (sic). Es verdad, muchas hollywoodenses portadas de libro cubrieron ciencia ficción, mitología y hasta esoterismo, al estilo de Serrano. Y de esa turba tuvo la segunda o tercera generación que deber desprenderse, con parricidio incluido. Pero, ¿cuántos de todos estos alucinados, por usar expresiones "tipo Sánchez" (cuyo libro es, en efecto, lúcido y erudito, pero histéricamente púdico) no deslizaron, sin tener pruebas ni ninguna evidencia de presencia ET, su sospecha profunda que de esto se trataba finalmente? ¿Contestarías tú, Rodrigo, de corazón, la pregunta por tu más sentida sospecha acerca de qué son, en realidad, los OVNIs (y me refiero a qué crees que hay detrás del fenómeno)? Obviamente, mi pregunta es impertinente si el máximo valor son la objetividad, la repetibilidad experimental y la predictibilidad, y me parecería legítimo abstener la respuesta.

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  2. Nicolas:
    No puedo negar que disfruté leyendo el párrafo donde señalas el parricidio de las nuevas olas de ufólogos. Muy acertada y decorosa la manera de expresar esa idea. Pero no es antipatía con personas, lo que se embisten son las ideas y es lo interesante al poner los temas sobre la mesa y entrar a argumentarlos, pese a que pueda sonar peyorativo, para afirmar un evento extraordinario, debes simplemente estar a la altura y establecer las pruebas extraordinarias.
    No tengo problema en contestar la pregunta que haces, en efecto después de analizar los reportes aeronáuticos, como es el caso de Teherán (18sept. 1976) o el del Citation II de la Aviación Ejército (27 marzo 2000) no cabe duda que existen fenómenos que demuestran comportamiento inteligente. Esto basado en su intencionalidad al momento de la observación. Con eso por ahora, creo satisfacer parte de la inquietud acerca del mismo, el problema es que aparte de esta sencilla complacencia, no existen mayores pruebas contundentes que cooperen con reafirmar que su origen es extraterrestre. En lo personal, me encantaría y anhelo en alguna oportunidad de mi vida observar esa prueba, pero como no puedo encontrarla aún, me quedo únicamente con su comportamiento, es decir con el efecto. La causa u origen, sigue siendo para mí una incógnita y simplemente esa es mi posición. Puede parecer recatada, egoísta e incluso temerosa, pero lamentablemente es lo que tengo para poder emitir un juicio. Es muy similar al aspecto de los misterios de la fe. No tengo como comprobarlo, por eso creo que gran parte de lo que conocemos y profesamos, obedece a quimeras netamente humanas, basadas en una necesidad infinita de comprender parte del todo que nos rodea, la vida, la muerte y más allá de nuestra atmosfera. Tú sabes, la esencia pensante del ser humano te obliga a cubrir las insuficiencias del conocimiento. La teología y las iglesias, con los siglos, han desarrollados principios fundamentales de sus filosofías, por su lado la ufología carece absolutamente de doctrinas, creo que ambas se parecen mucho, simplemente porque puedes creer sin haber visto o sentido absolutamente nada. Mientras no lo experimente, me niego a creer. Se entiende?

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  3. Sí, se entiende, y me doy cuenta que apelaba a un núcleo demasiado íntimo como para discutirlo en los asépticos laboratorios de la ciencia. No es sarcasmo, es lo que yo mismo sostengo en esa perspectiva estricta y positivista, por ejemplo, también, en parapsicología, donde casi todo es superchería y superstición, salvo lo levemente significativo que J.B. Rhine et al., demostraron repetidamente bajo pruebas de repetición y predicción, etc. Comulgo contigo, entonces, en esa postura, totalmente, aunque me cueste la peor tildación de la franquicia nacional de la Agencia... La pregunta era casi desde la impúdica butaca del psicólogo, "¿qué crees tú que son?", al ritmo de la biodanza, "¿qué crees tú que son?", inspirándote e intuyendo, ¿qué crees tú que son?

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  4. Excelente artículo Sr. Rodrigo. En realidad no veo nada belicoso o

    destructivo en su columna. Es más en el se aprecia de manera tácita, que

    se busca de alguna forma la verdadera ufología, la científica.

    Es como decía Hynek, en su libro "The UFO Experience: A Scientific

    Inquiry", los científicos están "muy mal informados", y la "ciencia

    oficial" se rie de estos temas, porque lastimosamente el cúmulo de datos

    que se genera en demasía respecto a estos, provienen de artículos y

    prensa amarillista. Por lo que lastimosamente caen automáticamente en un

    descrédito desmerecido.

    Las observaciones fueron y siempre serán empíricas, y por ende las

    interpretaciones de estos, serán de lo más variopinto, desde lo

    perfectamente racional hasta lo inverosímil.

    Nadie absolutamente nadie, puede decir que ello no debe ser así u esto de

    tal forma. Es más, aquel entusiasta ufólogo armado de una insaciable

    curiosidad y pasión tiene más chances, que un científico del SETI, que

    halle alguna clase de indicio de visita extraterrestre si fuere el caso,

    y si los "extraterrestres" (gran parte de las hipoteticas civilizaciones)

    ya no utilizan señales analógicas radiales?. ¿Usan otros métodos de

    comunicación?. Todas las especulaciones estan intrinsecamente

    relacionadas por el producto de nuestra observacion del mundo como lo

    entendemos y conocemos. Para agregar, hace pocos meses la misma NASA

    halló el descubrimiento de una cuarta luna (P4) en Plutón (que es

    Plutón?, si se presume investigar los confines mismo del Universo!), en

    pleno año 2011, y con toda la tecnología que tanto se han jactado por

    años los científicos, eso demuestra que nada se sabe con CERTEZA.

    Poco o nada sabemos del mundo, en realidad muy poco. Este siglo XXI, ha

    caido o arrastrado el "cientifismo", y las doctrinas

    "pseudo-racionalistas" que muchos defienden a capa y espada, y que en

    realidad no tienen ninguna diferencia en su origen, si las comparamos con

    el pensamiento magico de las leyendas, ambos PRETENDEN explicarlo todo,

    con una razon "determinada", al igual que las leyendas y creencias

    PRETENDEN explicarlo TODO de otras formas.

    Pero en realidad son la misma cosa. Es parte de la naturaleza humana, ese

    egocentrismo y esa "falsa seguridad" de creer conocerlo todo.

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  5. Hola Rodrigo:

    Qué agradable una buena discusión, lo que es bastante dificil en las épocas actuales donde la descalificación y la pseudo ironía se ha apoderado de nuestros medios de comunicación. Encuentro que tienes mucha razón en lo que expones, aunque me declaro ignorante ya que no he leido ninguno de los dos libros que citas. Igual creo que los ufologos tienen su función en la sociedad ya que son eco de lo que las personas quieren saber, buscandoles explicaciones con mayor rapidez y creatividad que la sistemática, lenta y terriblemente árida ciencia... sin ellos estos temas quedarían en el olvido en las mentes de las personas y Hollywood no nos habría deleitado con algunas buenas películas que hacen que el interés por estos fenómenos generen nuevos adeptos y también nuevos investigadores. Saludos.

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