viernes, 6 de enero de 2012

“EL NIBELUNGO”

Como en todas las áreas y círculos de personas, la ufología chilena no está ajena a esas leyendas vivientes que han marcado una diferencia. Hablo en el sentido de que también, en este sector de la menguada investigación OVNI, existen personajes que han transcendido generaciones y que se han ganado, de muy buena forma, el respeto y reconocimiento de sus pares y de todos los interesados en el tema en Chile.
Me refiero a Luis Altamirano Cañoles. “El Nibelungo”.
Hombre sencillo, de buen trato, alegre y autoinstruido. Tal como señalan varias publicaciones que hacen referencia de su persona, es francamente una biblioteca ambulante.
La desgracia de la vejez y de la soledad ha tocado su puerta y desde hace ya unos años se encuentra internado en la Fundación las Rosas.
Partió en el Hogar de ancianos de Casablanca, pero por petición propia y “buena voluntad” de esa noble institución, hoy se encuentra internado en el Hogar Nº 5 de la comuna de Ñuñoa en Santiago.
Nibelungo sigue muy lucido y activo, pese a que camina con apoyo de un andador, ya que su pierna derecha sufrió las mayores secuelas de la trombosis que lo afectó hace ya seis años. De todas maneras y pese a ser considerado casi un verdadero hereje por las religiosas que lo asisten, creo bajo mi modesta opinión, que no podría estar en un lugar mejor atendido, que esa fundación. Allá va una de las primeras reflexiones, en el sentido que no podemos tapar el sol con un dedo y desconocer que estos lugares, están para cuidar a los que ya se encuentran en el ocaso de la vida y que no pueden sostenerse por si mismos en el convulsionado mundo en el que habitamos. Podría mencionar que este lugar donde se encuentra, es un verdadero vertedero humano, para nada, porque pese a las dificultades económicas, de espacio y de sobrepoblación de personas, es muy sobrecogedor el cuidado, el afecto y el interés que a Luis le entregan los funcionarios y religiosas de ese lugar, no tan solo a él, sino que a todos los ancianos que allí conviven.
Por circunstancias de la vida, Luis se quedó solo. No tiene familia cercana y hasta los últimos momentos que pudo trabajar, mantuvo siempre un bajo perfil y pocas palabras. Pero esta singular forma de ser tan anónima, permitieron por ejemplo que al momento de caer enfermo, la mayoría de sus pertenencias hayan desaparecido. Entre ellas, la totalidad del material periodístico ufológico que recopiló por décadas, para el cual dedicó casi la vida completa desde que arribó a Santiago desde Osorno en la década del sesenta.
Parte importante de este marial recopilado prolijamente, fue utilizado por muchos de los actuales investigadores ufológicos chilenos. Incluso su nombre esté en los autores del libro “Historia de la Ufología en Chile”, del cual le entregaron para su uso, unos cuantos ejemplares y sería todo......
En este sentido, me otorgo la libertad de solicitarles a todos los investigadores y aficionados a los OVNIs que lo conocen, que lo ubican o que hayan trabajado junto a Luis, que conciban un alto en sus agitadas vidas y vayan a verlo. Se nota en sus palabras que extraña a sus “amistades ufológicas”.
Altamirano sabe que le han hecho homenajes, como el realizado en las Jornadas Ufológicas de Viña del Mar en el Bicentenario. Sabe además, que siempre lo mencionan en programas radiales o en conferencias, lo cual lo agradece y también alegra. Pero señores, esta leyenda en vida de la Ufología Chilena necesita de ustedes. No necesita plata, porque amablemente Sergio Sánchez trabaja como abogado en la tramitación en el IPS (ex INP) de su modesta pensión. Tampoco necesita ropa, ni remedios, porque se la otorgan en la Fundación Las Rosas. Solamente necesita que le regalen un poco de tiempo y lo escuchen, le hablen, lo vean y se rían junto a él. Es decir, necesita simplemente la conciencia y caridad de todos nosotros para acompañar a Luis en estos últimos años de vida que le quedan. No olvidemos que vamos todos para allá.
Apelo a todos aquellos que lo conocen y sobre todo a los que en alguna oportunidad le solicitaron su apoyo en información, a que se acerquen al Hogar Nº5 de la Fundación Las Rosas y lo visiten. No se imaginan como añora las conversaciones acerca de OVNIs, siempre con el aporte clave de información, de datos, de fechas, de personas y de casos. Pueden llevarle una bebida, un jugo, una revista o un libro y esperar el caer de una tarde santiaguina junto con Luis.


Agradezco honestamente a Marcos Gonzáles de Viña del Mar, quien lo visitó mientras estuvo en Casablanca.

Hay que visitarlo ahora, ya que los reconocimientos póstumos en este caso, créanme que no servirán de mucho.

3 comentarios:

  1. Rodrigo,

    Tengo entendido que el material ufológico de Don Lucho Altamirano estaría en poder de Raúl Núñez Gálvez, representante en Chile del español "Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos" (www.iiee.cl), al parecer por donación del propio Altamirano.

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  2. Gracias, Rodrigo, es grato saber que Luis está en buenas manos, extrañable amigo desinteresado como el solo leal y buen compañero de grandes tertulias, incontables amaneceres, nunca negó una información y estaba al tanto de lo que era noticia en esos momentos, gran lector, vivía entre su trabajo su casa y cuanta biblioteca estuviese abierta, anotaba cuanto detalle detectaba y lo compartía, en buena hora, has comentado de él, mañana podría ser tarde, no nos vaya a pasar lo mismo que con los que nos llevan la delantera,(Varela, Anfrus, Pacheco, etc.)
    A Luis le debo uno de mis seudónimos, el me bautizo con el apodo con el que empecé en radio, con Patricio, de esto ya han pasado muchos años, me ayudo en mi investigación para desenmascarar a los Frienships de los años 2000. Ya que el participo el de los años 80.

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  3. Amigo, que sabias palabra y que buen corazón tienes, muchas cualidades te adornan y cada dia descubro más. No tuve la oportunidad de conocerlo, pero encuentro super interesante quizás tener la oportunidad de conversar con él ahora. Gracias por la información.

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