lunes, 30 de abril de 2012

UFOLOGOS (Están entre nosotros)

Debo confesar que hace bastante tiempo, no utilizaba esta plataforma de opinión para los temas de contingencia relacionados con la ufología, pero la razón es muy sencilla, no hay mucho tiempo producto del intenso trabajo de esta época del año.
De esta manera creo que tendré que publicar artículos quincenalmente, aunque también es cierto que no ha habido actividad ufológica de importancia, que revista el desarrollo de un comentario y su correspondiente debate. De todas formas, ha sucedido un importante acontecimiento dentro de la investigación de los no identificados, que es digno de un pequeño análisis y este es, la arremetida frontal que están desarrollando los escépticos en este campo. Para comenzar, yo no soy escéptico. En efecto, creo en un fenómeno aéreo no identificado que de manera irregular se manifiesta y en algunas de esas anormales expresiones, afectan la seguridad de ciertas operaciones aéreas. De esto estamos muchos de acuerdo, incluso la aeronáutica y sus respectivas autoridades. La discordia se ostenta cuando entra el debate del supuesto origen de estos fenómenos, algo no menor, si parte importante de las hipótesis defendidas por algunos ufólogos, reflejan una sesgada creencia en el origen extraterrestre de los OVNIs y por consecuencia, en la imaginaria veracidad de que nuestro humilde y sencillo planeta, se encuentra agasajado por estos individuos desde los albores de la historia conocida. El mayor inconveniente, es que con el alto grado de contaminación de la información vinculada a los OVNIs y con el metódico discurso de la ufología clásica, las personas interesadas en este tema caen en una aceptación literalmente resignada, fenómeno analizado en factores humanos de aviación y que se conoce como “complacencia” y que precisamente en la ufología, ha permitido la propagación, discusión y aceptación popular de los pensamientos más irrisorios en relación a este tema. No olvidemos que una mentira mil veces contada, pasa a ser una verdad. Por la complacencia de nuestra sociedad, tenemos a investigadores que sin argumento válido alguno, afirman verticalmente que los OVNIs son prototipos de naves que tienen un origen extraterrestre. Otros, gracias a la complacencia, se les permite que reciten o escriban acerca de sus contactos directos con estos supuestos seres, unos con un mensaje absolutamente progresista, ecológico y hasta espiritual. Como hay otros, que después de una experiencia de secuestro y de tiempo perdido, nos difunden remunerados lógicamente, sus aterradoras vivencias simulando un ratón de laboratorio. La complacencia también ha permitido que investigadores se den el lujo (lo señalo como una suntuosidad porque en estricto rigor, no procede ni en una caricatura) de mostrar una visión objetiva y dudosa del fenómeno OVNI, pero que a la primera oportunidad de figuración mediática, exhiben un nivel de conocimiento y de indagación que les asiente ser ellos mismos, los terapeutas para realizar incluso regresiones o hipnosis. Es decir, nuestra complacencia admite y aprueba el paseo zigzagueante de ufólogos por todo el espectro que concierne a la investigación aficionada, deambulando desde la suspicacia misma de la preexistencia del fenómeno, al reconocimiento sagrado de la coexistencia y contacto con seres extraterrestres de las formas y tamaños más singulares. Pues bien, el ingreso de los escépticos al debate en la temática OVNI y me refiero a la AECH (Asociación Escéptica de Chile), es un convocatoria a que en general, todos los vinculados al fenómeno de una u otra forma, ampliemos nuestro pensamiento crítico, aceptemos la posibilidad de duda y por sobre todo, aplaudo la embestida porque comienza una verdadera batalla contra esa trincada aceptación sin cuestionamientos, o bien definida complacencia ufológica. Muchos de los investigadores nacionales no están de acuerdo en absoluto, que un grupo de personas letradas, con un pensamiento definidamente radical, cuestionen permanentemente lo que se promueve y difunda de los OVNIs. Pero me pregunto si esta incomodidad se produce por una mal interpretada fiscalización de lo exhibido o por la compañía mediática. Yo pienso que ambas son las respuestas, ya que si algún investigador, se siente menoscabado porque fue incluido en la lista de charlatanes nacionales, como propagador de lo paranormal o ufólogo de tomo y lomo, quizás es la oportunidad de invitar a sus detractores un debate público, radial o televisado y pueda exponer ó defender sus argumentos como corresponde y como él lo sabrá hacer gracias al ámplio conocimiento del tema incluso con argumentos basados en la especulación.(Hay que prepararse, leer y estudiar eso si) Pero nos topamos con otro grave problema en este sentido y es que muy pocos de los investigadores informales chilenos son asiduos de participar en debates, siendo que la tendencia mundial no tan sólo en ufología, lleva a que se deben exponer las ideas y discutirlas, ya no existen los monopolios ni la verdad absoluta, aún menos en materias afines a las seudociencias. Finalmente, creo que esta irrupción e integración de los escépticos al debate ufológico traerá consigo resultados positivos, ya que siendo el extremo opuesto a gran parte de lo que hoy se nos ha intentado explicar acerca de los OVNIs, contribuye a un sano equilibrio dentro de la discusión y del debate. Es incluso una oportunidad para evitar que a futuro germine un programa como el de los psiquicos y en este caso se titule.... “Ufólogos...están entre nosotros”. Que hay material humano para hacer algo parecido, lo hay y de sobra, es cosa de hacer varias hipnosis y escuchar encuentros cercanos de todos los tipos.

1 comentario:

  1. Hola Rodrigo, que tal.

    Me parece que la investigación debiera ser flexible para así no llenarnos de montajes o confusiones y a la vez de tratar de encontrar un método en el cual nos de la posibilidad de adquirir experiencia confiable en los análisis. En este último tiempo, abundan los personajes que, detrás del teclado del computador y con muy poco o cero sentido de un análisis crítico, hacen y deshacen creando una vorágine de especulaciones captando sin duda la aceptación del respetable. A estas alturas, en donde internet se ha masificado, podemos encontrar sitios web en donde la información es de dudosa procedencia y más que ayudar va desinformando a un público ávido de obtener más datos concernientes a los no identificados. Querámoslo o no, somos parte de un todo y es deber, creo yo, de cada uno encontrar la corriente que ayude a desmitificar casos más que el de querer mostrar el "ovni espectacular" ese que es noticia de llamativas portadas. Mientras algunos programas de tv, léase faranduleros y/o de conversación, exhiban "investigadores" y a famosos psíquicos sin otorgar un espacio a la contraparte, habrá que seguir en la trastienda de lo racional, oculto como cual comando desarrollando una misión. Sabemos que algunos medios de comunicación están para entretener pero sería bueno que en esa “entretención” forme parte la educación sobre todo en estos tiempos en donde a cada tanto aparece algún “investigador” exhibiendo algún caso al cual le otorga un tinte de misterio sobre algo que, a todas “luces”, es explicado. ¿Será posible acostumbrar a parte del público para que tome con atención los resultados prosaicos? ¿O será este cambio que tanto nos anuncian para este 2012? je je.


    Saludos (esta vez no te diré amigo por que alguien conspiranoico al parecer se molesto)


    Tu amigo Marcelo Moya S.

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